LA PAZ DE DIOS Y LOS MILAGROS

LA PAZ DE DIOS Y LOS MILAGROS

Un curso de milagros (UCDM), el curso de Jesús o del Espíritu Santo, nos dice a todos los que percibimos la separación, a todos los que vemos el mundo que ven los ciegos que: “la paz es de Dios y de nadie más que de Él”. (T 15-IV-2)

No sabemos qué es la paz de Dios, pero si podemos definir la paz como la ausencia de guerra, imitando la costumbre de Jesús de definir las cosas por la ausencia de su opuesto, cómo, por ejemplo, el pecado – la separación – como falta de amor, o la oscuridad en la que vemos los ciegos como la ausencia de luz, de realidad.

En el mundo de la separación, el que vemos los ciegos, no hay paz posible, pues ese mundo está en guerra contra nosotros, es una guerra contra nosotros mismos tal como realmente somos, según nos explica Jesús en un epígrafe de su curso titulado <<La guerra contra ti mismo” y en otros muchos epígrafes.

Por tanto, en este mundo la paz no es posible, así que la paz de Dios está ausente de este mundo de la separación.

Jesús me dice que tengo razón al llegar a esta conclusión, pero también me dice que el mundo que veo pertenece al pasado, y que aquí y ahora hay un mundo del presente que no veo, el mundo real.

La paz de dios supera tu razonar sólo en el pasado. Sin embargo, está aquí, y puedes entenderla ahora mismo. Dios ama a Su Hijo eternamente, y Su Hijo le corresponde eternamente. El mundo real es el camino que te lleva a recordar la única cosa que es completamente verdadera y completamente tuya (UCDM T 13-VII-8:1-4).

En el curso de Jesús hay un epígrafe que se titula <<El recuerdo del presente>> expresión que supera nuestro razonar, pues lo que recordamos es el pasado, pero que, considerando que el propósito de aprendizaje del curso de Jesús es que recordemos aquí y ahora nuestra verdadera Identidad compartida: Cristo, indica que, para Jesús el presente es el tiempo en que la recordamos, mientras que el pasado es el tiempo en que la olvidamos sustituyéndola por una identidad falsa. Con el olvido dio comienzo la guerra contra nosotros mismos.

¿No se puede gozar de paz aquí? Si se es de este mundo no, si se es del mundo del presente, el mundo real, sí. Esto permite comprender la exhortación de Jesús a sus discípulos hace 21 siglos: “Estad en el mundo sin ser del mundo”. Considerando la igualdad de tener y ser que postula Jesús, se puede también decir que la paz es posible aquí si tienes el mundo real, y no es posible si tienes el mundo de la separación.

¿Y cómo se tiene el mundo real?

Obrando milagros. Jesús nos lo dice en el siguiente párrafo de su curso en el que nos habla del camino de los milagros, el cual finaliza cuando el obrador los obre sin grados de dificultad, y en ese momento el mundo real será suyo.

Los milagros demuestran que el aprendizaje ha tenido lugar bajo la debida dirección, pues el aprendizaje es invisible y lo que se ha aprendido sólo se puede reconocer por sus resultados. Su generalización se demuestra a medida que lo pones en práctica en más y más situaciones. Reconocerás que has aprendido que no hay grados de dificultad en los milagros cuando los apliques a todas las situaciones. No hay situación a la que los milagros no sean aplicables, y al aplicarlos a todas las situaciones el mundo real será tuyo. En esta santa percepción te volverás íntegro, y por tu propia aceptación de la Expiación, ésta irradiará hacia todos aquellos que el Espíritu Santo te envíe para que les des tu bendición. La bendición de Dios mora en todos Sus Hijos, y en tu bendición de ellos radica la bendición que Dios te da a ti. (UCDM T 12-VII-1)

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