LA PAUTA DE OBRAR MILAGROS
Lo que más aprecio de la espiritualidad contenida en Un Curso de milagros UCDM, es que es una espiritualidad de acción, en el sentido de que siempre establece las pautas para que pueda verificarse mediante la experiencia, no el intelecto, que su contenido conceptual forma parte de la verdad, que es verdadero.
Las dos primeras oraciones que contiene la imagen que comento (UCDM L.26.4:2-4), están refutadas por mi experiencia y la de cualquiera que vea el mundo que vemos los ciegos, el mundo de la separación, pues no es verdad conforme a mi experiencia que solo mis propios pensamientos me puedan atacar, ni que solo mis propios pensamientos puedan hacerme pensar que soy vulnerable, y esta refutación es constante para casi todo lo que dice UCDM acerca de mi, pues tal como me percibo a mí mismo todo eso es falso conforme mi experiencia de todo lo que mi percepción abarca, y la que tengo de mí como ser.
Es la tercera oración: <<Y nada excepto tus propios pensamientos puede probarte que eso es verdad>>, la que establece una pauta de acción para someter a prueba lo que me dice el curso que es verdad y todo lo que experimento me dice que es mentira.
Es una obviedad que los pensamientos que me pueden probar que lo que dice el curso es verdad, se han de manifestar en la experiencia, en la percepción externa, pues yo he aprendido por la experiencia lo que considero verdad y afirma que lo que dice UCM es mentira.
De esto se infiere que los pensamientos que me pueden probar por su expresión en mi percepción externa, mi experiencia de ser, que lo que dice UCDM es verdad, no pueden ser los pensamientos que se han expresado en la verdad que he aprendido por la experiencia, los de mi ego, el Ego que comparto en unicidad con mis hermanos ciegos, han de ser los pensamientos de mi espíritu santo, el Espíritu Santo que comparto en unicidad con todos mis hermanos que ven el mundo real, los que sueñan el sueño feliz, el sueño de perdón o sueño del despertar. Por tanto esos pensamientos son los que piense con Dios, pues el Espíritu Santo es Dios, y como me dice Jesús en su curso, es Dios y yo y conserva el mundo real en mi mente. (UCDM T 16.III.5)
La pauta de acción que nos da puede parecer compleja, pues lo de pensar con Dios no parece simple, si bien es obvio que todas las ideas de UCDM que mi experiencia afirma que son falsas, son los pensamientos que puedo pensar con Dios.
Más compleja aún nos puede parecer la pauta de que obremos milagros que tan a menudo establece su curso, sin embargo es la misma pauta, pues los pensamientos que piense con Dios, cuya causa es el Amor, el Espíritu, se expresan en los milagros, las expresiones de amor (UCDM T 1.I.1), es decir en una experiencia, o percepción, diferente del mundo y de mi mismo que la que obtenía con los pensamientos del ego, a la cual denomina Jesús percepción milagrosa.
