Todo pensamiento fundamentado en que el mundo que percibo y lo que percibo ser como parte de él es la realidad, gobernada por las leyes que gobiernan mi experiencia de tal realidad: mi percepción, es un pensamiento de miedo, y ciertamente, el mundo que percibo y lo que percibo ser en él me demuestran que mi miedo está justificado.
No creo que pueda elegir sentimientos diferentes a los que me inspiran aquello que percibo en cada instante, porque creo que mis sentimientos son mi reacción emocional natural a aquello que percibo, que experimento, es decir, que están causados por lo que percibo, que no son el resultado de una elección.
En Un curso de milagros (UCDM) Jesús me dice que no es como creo, al decirme que soy un ser, un creador, y que todo pensamiento de mi mente, es decir, toda creencia o idea crea forma en algún nivel (UCDM T.2.VI.9:10), de modo que el sentimiento que me inspira lo que experimento ahora, he tenido que sentirlo antes, cuando he abrigado en mi mente el pensamiento que se ha proyectado en tal experiencia, al que fue inherente tal sentimiento.
Porque esto es así, es por lo que me dice Jesús que tengo el poder de decidir (UCDM Lección 152), y que lo que pido se me da, si bien yo no soy consciente de estar pidiendo, porque no soy consciente de lo que soy, ni de cómo pido, ni a qué. Jesús me indica que pido con el sentimiento, con el corazón.
<<Recibes lo que pides. Pero esto se refiere a la oración del corazón, no a las palabras que usas al orar>>. (UCDM Manual 21-1:3-4)
<<La oración del corazón no pide realmente cosas concretas. Lo que pide es siempre alguna clase de experiencia>> (UCDM Manual 21-2:3-4)
Qué quiero que esté ahí donde mi percepción alcanza ¿el miedo o el amor? No creo que esto pueda elegirlo, pero Jesús me dice que lo elijo continuamente como ejercicio de mi voluntad.
<<Ves lo que crees que está ahí, y crees que está ahí PORQUE QUIERES QUE LO ESTÉ. La percepción no está regida por ninguna otra ley que ésa>> (UCDM T 25-III-1: 3-4)
Y en esta elección que hago, consiste mi poder de decidir cambiar cada pensamiento de miedo por un pensamiento feliz de amor, y como resultado el mundo del miedo por el mundo del amor; y puesto que los milagros son expresiones de amor (UCDM T1-I-1), es también la elección y decisión de obrar milagros.
