LA SALVACIÓN PROCEDE DE MÍ PORQUE LOS MILAGROS PROCEDEN DE MÍ

Lección 70 de UCDM: LA SALVACIÓN PROCEDE DE MÍ

Jesús nos ofrece una forma de averiguar  si hemos entendido sus palabras de explicación de cada una de las lecciones de su curso, al decirnos que la idea que da título a la Lección 29: “Dios está en todo lo que veo” explica todas las ideas anteriores a ella y todas las posteriores. Para esta lección voy a compartir tal averiguación, como ejemplo de tal posibilidad.

La salvación es percibir el mundo real (UCDM T 11-VII-4), mas el mundo real no se ve ni se oye (Manual 29.8:8), lo cual es lógico pues los mensajeros de la ilusión que son los sentidos corporales, no nos pueden traer mensajes de la verdad, sino de la ilusión.

Si Dios está en todo lo que percibo, en todo lo que veo, pero yo no lo veo, es porque no percibo la verdad L 56.4 (29), sino la ilusión o falsedad que oculta la verdad a mi conciencia.

¿Qué es entonces el mundo real? Este mismo mundo que vemos los ciegos que no vemos el Amor en todo lo que vemos, sino el miedo, experimentado de una forma diferente, una que muestra al perceptor que todo lo que percibe sirve al propósito del amor, y, por tanto, significa amor.

¿Y que logra este prodigio en el cual consiste la salvación? Los milagros, lo cual nos dice Jesús en el epígrafe II “Las leyes del caos” del  capítulo 23 “La guerra contra ti mismo”, en el párrafo que sigue a aquel en que explica que la primera ley caótica: << la verdad es diferente para cada persona>>,  supone la jerarquía de de existencia de una ilusiones, de modo que unas parecen más reales que otras.

Observa cómo parece ser esto un impedimento para el primer principio de los milagros, pues establece grados de verdad entre las ilusiones, haciendo que algunas parezcan ser más difíciles de superar que otras. Si uno pudiese darse cuenta de que todas ellas son la misma ilusión y de que todas son igualmente falsas, sería fácil entender entonces por qué razón los milagros se apli­can a todas ellas por igual. Cualquier clase de error puede ser corregido precisamente porque no es cierto. Cuando se lleva ante la verdad en vez de ante otro error, simplemente desaparece. Ninguna parte de lo que no es nada puede ser más resistente a la verdad que otra. (UCDM T.23.II.3)

Y puesto que los milagros proceden de ti, pues tú das a todo lo que ves el significado que tu quieres que tenga (UCDM L 2), pues como nos dice Jesús <<propósito es significado>> (UCDM L 25-1) y tú das  a todo lo que ves el propósito de que te muestre que la separación es real, el propósito del miedo o ego en ti, y eso es lo que ves, la salvación que es que todo signifique amor también ha de proceder de de ti, pues son los milagros los que cambian el significado de algo del miedo al amor.

El mundo real no se ve ni se oye, pero se experimenta, se percibe. Los ojos no verán un cuerpo de forma diferente a como lo veían antes, pero la experiencia de ese cuerpo no será la que antes tenías, ni la de ese coche, ni la de ese río, ni la de ti mismo en coherencia.

A título de ejemplo. Si curas el cuerpo de un hermano el significado de ese cuerpo para ti ha pasado de ser lo que tu hermano es, a ser algo que tu hermano tiene temporalmente y a lo cual ha decidido enfermar, como parte de la guerra contra si mismo que mantiene vigente la separación. Convocar desde tu amor al amor en él a que cancele tal decisión, es intentar  obrar un milagro que  te muestre que tu hermano es amor, al igual que tú. Una vez obrado el cuerpo de tu hermano pasa de significar miedo a significar amor, y lo que se aplica al cuerpo de tu hermano es aplicable a tu propio cuerpo y a todo lo que percibes con él, es decir, a todo error de percepción.

Entradas creadas 36

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Publicaciones relacionadas

Comienza escribiendo tu búsqueda y pulsa enter para buscar. Presiona ESC para cancelar.

Volver arriba