Obrar milagros medio de aprendizaje del curso de Jesús

Obrar milagros medio de aprendizaje del curso de Jesús

– ¿Qué estoy haciendo mal “J”? No avanzo en el aprendizaje de tu curso…

– No haces nada mal Ramón. No avanzas porque no haces lo que mi curso, el del Espíritu Santo, te dice que tienes que hacer para aprenderlo: obrar milagros.

– ¡Eso no lo dices en ningún sitio! Y si fuera por eso avanzaría, que te he pedido muchas veces que me ayudases a volar abrazado a dos cerdos y nunca has querido que me uniese a ti para obrar ese milagro.

– Buena reflexión. Jajajajaja… Los milagros de Dios tienen un propósito Ramón: curar, que no es sumir en el miedo al que los perciba, lo cual conseguirías tú obrando ese milagro. Pero no desesperes, si decides andar el camino de los milagros, el que enseño en mi curso, quizás se dé una situación en que ese milagro tenga el propósito del Amor. Lo que dices que no he dicho lo he dicho muchas veces en mi curso, como te voy a mostrar mediante lo que tú ya sabes. ¿Cuál es el propósito de aprendizaje de mi curso?

– Que recuerde mi verdadera identidad, la de todo hijo de Dios, y, por tanto, que recuerde a Dios, pues el Amor me creó amor. Recordar al Hijo es recordar al Padre.

– ¡Que bien te lo sabes! Jajajajaja… Veamos si lo entiendes. Si tu significado real es amor, no miedo, en tu verdadera identidad dispones del poder que engendra los milagros, el poder del Amor, el poder de Dios. ¿Estás de acuerdo?

– Sí, pero yo no estoy en mi verdadera identidad, sino en la falsa de cuerpo, así que saber eso de poco me sirve…

– Te debería haber servido para entender lo que no has entendido. Tienes que recordar lo que has olvidado mediante un aprendizaje, es decir mediante tu percepción externa, tu experiencia de ser, pues la experiencia es lo único que enseña. Mediante ella aprendiste lo que crees ser porque experimentas serlo, y mediante ella has de aprender que no eres lo que has aprendido que eres… ¿Si tu experiencia en algún instante te diese testimonio de que el poder de Dios está en ti, seguirías creyendo que eres un cuerpo? … ¿Y conoces algún medio que no sea obrar milagros para obtener tal testimonio?

– Pues mira no había pensado en eso, pero la verdad es que no se me ocurre otro medio… Pero no es lo mismo decir cosas de las que se pueda deducir algo, que decirlo expresamente, o sea que lo que dices que has dicho muchas veces no lo has dicho ninguna.

– Jajajaja… “La Expiación es el Principio, el milagro es el medio, y la curación el resultado” ¿A qué te suena esa frase de mi curso Ramón? Pues esa curación se refiere a tu curación, no a la de un leproso, ya que es obrándolos – curando leprosos – como puedes curarte de tu enfermedad: la creencia en la separación. Y abundando en lo dicho te recuerdo este párrafo de mi curso desmemoriado, escríbetelo diez veces en penitencia, a ver si ya no se te olvida.

– La Unicidad de Dios y la nuestra no están separadas porque Su Unicidad incluye la nuestra. Unirte a mí es restituir Su poder en ti toda vez que es algo que compartimos. Te ofrezco únicamente el reconocimiento de Su poder en ti, pero en eso radica toda la verdad. A medida que tú y yo nos unimos, nos unimos a Él. ¡Gloria a la unión de Dios con Sus santos Hijos! Toda gloria reside en ellos porque están unidos. Los milagros que obramos dan testimonio de lo que la Voluntad del Padre dispone para Su Hijo, y de nuestro gozo al unirnos a lo que Su Voluntad dispone para nosotros. (T 8-V-3)

Entradas creadas 3

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Publicaciones relacionadas

Comienza escribiendo tu búsqueda y pulsa enter para buscar. Presiona ESC para cancelar.

Volver arriba