-«J», ¿me vas a enseñar a caminar sobre las aguas?
-De acuerdo; solo necesitas fe. Ve hacia el rio, y entra en él con decisión, con un paso largo que muestre la fe en tu capacidad de hacerlo.
-Me agaché para quitarme los zapatos, pero un comentario de «j» sobre mi poca fe por mi acción, me detuvo…Entré con decisión en el rio, pero el agua no cambió a sólido. Cojeando por el golpe de una piedra en la rodilla y empapado, volví a tierra firme y grité enfadado ¿¡dónde estabas!?
-Contigo, sobre el agua -respondió entre risas- siempre estoy contigo.
-¡Vaya mierda de enseñanza! – grité acariciando mi rodilla – ¡No esperaba esto de ti!
-Tampoco yo esperaba, que fueses tan torpe alumno, como para entrar al rio sin sentir claramente que cogías mi mano. ¿Acaso sentías ser en la Presencia que compartimos?
-Si no sé de qué presencia hablas, cómo voy a sentir ser en ella…
-Pues ya deberías saberlo Ramón…Has leído que la idea de mi curso que explica todas las ideas anteriores a ella y todas las posteriores, es la idea que da título a la lección 29: “Dios está en todo lo que veo”, y también has leído que allí donde Dios está estás tú…
-Entendido “J”…la Presencia de Dios y mi presencia en esa Presencia…Pero podías haberme echado una mano y explicarme esto después…
-Como maestro no podía privarte de la experiencia, que es lo único que enseña. Los milagros se obran en el instante santo, la morada de los milagros, al cual es inherente el sentimiento que tú no has sentido al entrar en el rio. Echarte una mano hubiese sido reforzar tu sueño de autonomía y autosuficiencia separado de Dios, que nunca reforzaré. Escucha de nuevo desmemoriado
<<El instante santo no procede únicamente de tu pequeña dosis de buena voluntad. Es siempre el resultado de combinar tu buena voluntad con el poder ilimitado de la Voluntad de Dios>>. (UCDM T 18.IV.4:1-2)
<<Tu función creativa radica en tu completa dependencia de Dios, Quien comparte Su función contigo. Al estar dispuesto a compartirla, Él se volvió tan dependiente de ti como tú lo eres de Él. No le adscribas la arrogancia del ego a Aquel cuya Voluntad no es ser independiente de ti. Él te ha incluido en Su Autonomía. ¿Puedes realmente creer que la autonomía significa algo aparte de Él? La creencia en la autonomía del ego te está costando el conocimiento de tu dependencia de Dios, en la cual reside tu libertad>> (UCDM T X.V.6:2-7)
-Está bien- concedí resentido-, pero no esperes que te deje enseñarme a volar…
