La percepción es un juego de espejos

La percepción es un juego de espejos

En el curso de Jesús -UCDM- <<Espejo de tu mente>> significa conciencia de ser, percepción interna, así como mente o causa, es decir, mis ideas tienen por fuente y están en el <<espejo de mi mente>>. <<Espejo>> significa experiencia de ser, percepción externa, efecto, expresión de mis ideas en la forma. Utiliza ambos conceptos para referirse a la unidad de causa y efecto de todo ser, de todo creador, es decir, a la unidad del creador y su creación, o la unidad de la fuente de las ideas de un ser, su mente, y la expresión de tales ideas en su creación, lo que en su curso repite a menudo con la expresión: <<las ideas no abandonan su fuente>>, es decir, que el creador no está separado de su creación, sino que está en su creación y es su creación.

El nivel de existencia de la percepción, el de la conciencia, el nivel del sueño, es un juego de espejos enfrentados en el sentido de que el perceptor ve en un espejo el reflejo de lo que está en otro espejo. Si en el <<espejo de su mente>> están los pensamientos que piensa con Dios, es decir, las ideas del Espíritu Santo que Jesús comparte en su curso, en el <<espejo>> verá un mundo real, mas si está el sistema de pensamiento que Jesús llama ego, en el <<espejo>> verá un mundo falso, irreal, el <<mundo que ven los ciegos>> según el curso.

Ser el reflejo del Cielo en el nivel del sueño lo logra aquel que en el espejo de su mente tiene las ideas del Espíritu Santo, es decir, que piensa con Dios, que es la voz de Dios la que escucha, en lugar de la del Ego, y como consecuencia de ello percibe en el espejo el reflejo – expresión- de estas ideas, que es el reflejo del Cielo aquí -en el sueño- cuyo nombre en el curso es: mundo real, la faz (rostro) de Cristo, en percibir el cual consiste la salvación, cuyos sinónimos en el curso son sueño feliz, sueño de perdón y sueño del despertar.

Si no puedes oír la Voz de Dios, es porque estás eligiendo no escucharla. Pero que sí escuchas a la voz de tu ego lo demuestran tus actitudes, tus sentimientos y tu comportamiento. No obstante, eso es lo que quieres. Eso es por lo que luchas y lo que procuras proteger manteniéndote alerta. Tu mente está repleta de estratagemas para hacer quedar bien al ego, pero no buscas la faz de Cristo. EL ESPEJO EN EL QUE EL EGO TRATA DE VER SU ROSTRO ES CIERTAMENTE TENEBROSO. ¿De qué otra manera, sino con espejos, podría seguir manteniendo la falsedad de su existencia? Con todo, dónde buscas para encontrarte a ti mismo depende de ti. (UCDM T 4-IV-1)

Sólo puedo nublar mi santa vista si permito que mi mundo se entrometa en ella. Y no puedo contemplar los santos panoramas que Cristo contempla a menos que utilice Su visión. LA PERCEPCIÓN ES UN ESPEJO, NO UN HECHO. Y lo que contemplo es mi propio estado de ánimo reflejado afuera. Quiero bendecir el mundo contemplándolo a través de los ojos de Cristo. Y veré las señales inequívocas de que todos mis pecados (mis errores de percepción) me han sido perdonados. (Han sido deshechos, corregidos) (Lección 304-1)

Si la percepción externa fuese un hecho obrar milagros sería imposible, pues en el curso de Jesús hecho es sinónimo de realidad la cual es inalterable, pero la percepción externa no es un hecho, es un espejo que refleja la percepción interna, de modo que si se altera la interna se altera la externa. Esta es la razón de que los milagros no tengan grados de dificultad.

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